El Economista, uno de los principales medios financieros en España, publica una tribuna de opinión firmada por Paula Garralón, Associate en Privacidad y Protección de Datos de Bird & Bird, sobre la normativa PSD2 y el RGPD. La evolución del sector bancario hacia el sistema conocido como open banking o banca abierta ha supuesto la necesidad de crear un nuevo marco regulatorio. En este sentido, la segunda directiva de servicios de pago (PSD2) ha dado respuesta a este cambio, exigiendo a las instituciones financieras que abran su infraestructura a terceros. A primera vista, asegura Paula Garralón, esta normativa parece chocar frontalmente con el Reglamento (UE) 2016/679 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales (RGPD), que da a las personas un mayor control sobre sus datos y limita las posibilidades de compartirlos.
“PSD2 establece que sólo podrán tratarse los datos personales de los usuarios tras haber obtenido su consentimiento expreso”, explica la abogada de Bird & Bird. “Este requisito del consentimiento plantea muchas dudas desde el punto de vista de la normativa sobre proteccion de datos personales, ya que el RGPD establece una serie de condiciones para que el consentimiento sea válido, entre ellas, que el mismo se otorgue libremente.”
Según Garralón, son muchas las preguntas que van surgiendo respecto a la aplicación de ambas normativas en el día a día de las compañías, sin embargo, no es imposible lograr la aplicación conjunta, pese a tener objetivos aparentemente tan contradictorios.
Accede a la noticia completa aquí.