Metaverso, ok... ¿Pero por qué?

Una vez que has tocado base con el Qué (el Metaverso es básicamente un lugar virtual, que normalmente, pero no siempre, está vinculado a un videojuego u otra solución de entretenimiento donde interactúas con el "Avatar" que has elegido, haces cosas, juegas, compras cosas que tu yo virtual usará), la pregunta sigue siendo: ¿Cuál es el atractivo? Tuvimos Second Life hace veinte años (y sí, es un Metaverso, o incluso la génesis del Metaverso), y no causó tanto revuelo. La razón de ello es obvia: la tecnología. Pero los saltos tecnológicos en constante desarrollo que estamos experimentando son sólo facilitadores, el secreto del éxito es, en mi opinión, más bien de naturaleza sociológica, un cambio en las tendencias de comportamiento que se ha ido gestando en las redes sociales y que puede reivindicar su legítimo espacio en el Metaverso. Conocer y relacionarse ahora es, en mi opinión, más una elección que una mera coincidencia, la gente elige relacionarse con personas lejanas en lugar de con los habituales compañeros de colegio, instituto o trabajo impuestos por la mera casualidad. Ahí es donde el metaverso da en el clavo.

Sumérgete conmigo en unos ejemplos de casos muy prácticos sobre las interacciones actuales en las redes sociales. Porque lo que sucede allí, tendrá eco en el verso futuro.

Caso 1: El amor está en la red

Los chicos de hoy en día no se conocen en un bar o en una discoteca, olvídalo. Cuando se les preguntó sobre su historia de dónde se conocieron en una reunión social, una joven pareja respondió cándidamente: En Twitter. Se leyeron en un hilo de Twitter, les parecieron atractivas sus respectivas opiniones y empezaron a mensajearse, convirtiéndose en pareja. Durante un año antes de conocerse cara a cara. Por supuesto que existen muchas apps de citas, pero la enseñanza aquí es la ausencia de interacción física, que desemboca en una relación en la vida real.

Caso 2: El amigo de mi interés

Mi peluquero, muy millenial, tiene un buen amigo al que conoció compitiendo por Internet (en un videojuego de coches de carreras). Chocaron una vez, empezaron a mensajearse en la plataforma de videojuegos y descubrieron que tenían muchos intereses en común. A través de WhatsApp se intercambiaban a diario memes de carreras de Nascar y críticas cinematográficas. Cuando le pregunté si en algún momento pensaban conocerse personalmente, su desconcertada respuesta fue: No, ¿Por qué íbamos a hacerlo?

Tienen todo lo que podrían desear de su amistad al final de un mensaje de Whatsapp.

Caso 3: La pandemia cortó los lazos

La crisis de 2020 originada por la pandemia de Covid -19 hizo que ocurriera lo imposible, la migración real de ciertos trabajadores a sus hogares. Mientras que los compañeros más veteranos se desesperaban por no ver a compañeros y por las interminables reuniones de Zoom, los más jóvenes prosperaban. No, no quieren verte en la oficina, jefe mío. Tampoco desean tener que entablar conversación a la fuerza con sus compañeros delante de la máquina de café. Hoy en día, muchos de tus trabajadores cualificados te rechazarán si no ofreces el trabajo a distancia de verdad.

¿Es el fin de la interacción personal? En realidad, no. Piensa en ello como un medio complementario de interacción social, porque la interacción virtual es la novedad. De ahí que surja con fuerza el Metaverso, un nuevo lugar para estar, para conectar, para comprar. Un nuevo lugar para conocer gente cómodamente sentado en tu sofá.

En el futuro, la típica frase de “dónde nos conocimos” será "había una jugadora monísima en Fortnite que llevaba la skin de Chanel más increíble que he visto nunca".

Es el momento de hacerse con el futuro.